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Recuerdo que en cierta ocasión un profesor mío de historia del arte hizo un comentario que me llevó a reflexionar. En mitad de un debate acerca del arte provincial con alguno de sus alumnos, nos espetó que el arte barroco en general, y en la provincia de Cuenca en particular, se divide en dos: Barroco, y Barroquillo. Y es que en otros estilos en el ámbito local no se plantea esa dicotomía. En el Renacimiento conquense, por ejemplo, es notorio el alto nivel de calidad en la entrega de edificios, sean conventos, iglesias, puentes o palacios. Si una villa o lugar no puede sufragar una columnaria de cuatro fustes, pues la iglesia de una nave que se levante en su lugar será no obstante un edificio magnífico. Incluso en los no muy abundantes casos en los que el Renacimiento penetró en la Sierra de Cuenca, los edificios serranos de estilo renacentista (Cañamares, Poyatos, Cardenete, Henarejos…) nada tienen que envidiar en cuanto a proporciones, ejecución o material a sus vecinos al...

No sería cuestión baladí, sino enconado debate erudito trufado de bizantinismo, establecer cuál sería el conjunto histórico de la provincia de Cuenca con más patrimonio monumental, después de la propia capital. Iba a ser un ameno rato ver a los de Belmonte y a los de San Clemente arrimar el ascua a su sardina. A sus dos lustrosas sardinas, todo sea dicho también. Capitales ambas que fueron de los estados de Villena, la penúltima y la última, la marquesal y la de los Católico s Reyes, la de los poderosos Pachecos y la del Corregimiento de las Diecisiete Villas, la del gótico y el mudéjar y la del esplendor renaciente, la de la fortaleza sin par y la de los palacios y las fachadas apabullantes... De Belmonte ya hemos subido fotos en otras ocasiones, y ahora en justa compensación van unas cuantas imágenes sanclementinas, para que vuesas mercedes puedan irse haciendo una idea de lo que San Clemente tiene, aunque algo se ha quedado en el tintero. Y lo que San Clemente tiene es esp...