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La Puerta Falsa de Alarcón

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Hace años, D. Luis Martínez Lorente, añorado párroco de Alarcón, me comentó en una larga conversación que la vieja población medieval había tenido un postigo escamoteado y aéreo en la parte posterior de la villa, en un lugar donde el precipicio de los Picos Hidalgos sobre la garganta del Júcar se escalonaba y suavizaba un tanto. Por entonces (debían ser los años de 1998-99) un servidor gestionaba la Oficina de Turismo de Alarcón y tenía demasiadas cosas en la cabeza, por no  hablar de que el discurso de Don Luis era de una densidad maravillosa. El acervo de sus conocimientos era inmenso y además (cosa rara en estos casos) los repartía con prodigalidad. No es que no fuese a mirar, que creo que lo hice. Lo que pasa es que no miré bien. Tengo tanto más delito cuanto por entonces acondicionamos el sendero de pequeño recorrido que traza la curva de Alarcón, y nos hartamos de recorrer el lugar, en ocasiones abriendo paso a través de una muralla verde, tal era su abandono por en...


El retablo de Santa María de Alarcón

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Un rápido vistazo a una maravillosa obra de arte y a uno de los mejores retablos de la provincia de Cuenca, en la iglesia de Santa María de la villa de Alarcón. Santa María es un magnífico templo columnario de cuatro fustes. Aunque no se conservan fechas exactas, la horquilla más probable para su construcción son los años de 1530 a 1560. Las trazas con seguridad las hizo Pedro de Alviz, maestro de obras vizcaíno, que trabajo por tierras de Cuenca entre 1524 y 1545, año de su muerte. Fue uno de los más prolíficos y reputados en su oficio en el obispado conquense, autor de obras como el convento de San Pablo en Cuenca, la cabecera de San Nicolás de Priego o la preciosa parroquial de Garcinarro, que no llegó a terminar. Los diseños de Santa María de Alarcón aún se los debían a su muerte, y tuvo que entregarlos muchos años antes, a tenor de la cronología de la iglesia. Es más dudoso que Alviz interviniese directamente en las obras, pese a su amplio círculo de colaboradores. Sa...