La Puerta Falsa de Alarcón

Hace años, D. Luis Martínez Lorente, añorado párroco de Alarcón, me comentó en una larga conversación que la vieja población medieval había tenido un postigo escamoteado y aéreo en la parte posterior de la villa, en un lugar donde el precipicio de los Picos Hidalgos sobre la garganta del Júcar se escalonaba y suavizaba un tanto. Por entonces (debían ser los años de 1998-99) un servidor gestionaba la Oficina de Turismo de Alarcón y tenía demasiadas cosas en la cabeza, por no hablar de que el discurso de Don Luis era de una densidad maravillosa. El acervo de sus conocimientos era inmenso y además (cosa rara en estos casos) los repartía con prodigalidad. No es que no fuese a mirar, que creo que lo hice. Lo que pasa es que no miré bien. Tengo tanto más delito cuanto por entonces acondicionamos el sendero de pequeño recorrido que traza la curva de Alarcón, y nos hartamos de recorrer el lugar, en ocasiones abriendo paso a través de una muralla verde, tal era su abandono por en...