Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Castil del Rey


El Traqueadero de Boniches

Imagen
Después de las lluvias de los últimos días, unas fotos rápidas de las cascadas del Traqueadero (o Traqueaero, o Traqueiro). Éste es quizás el más hermoso lugar (con el permiso del Castil del Rey) de la bellísima hoz que el Cabriel labra al atravesar el término de Boniches, entre torres de arenisca rodena, delirios de conglomerado rojizo y la pequeña orfebrería agrícola, ya muy echada a perder, que levantaron generaciones de serranos. El río tropieza con un escalón de pudinga  y se traquea, se parte en ramales convulsos entre un estupendo estruendo. Hoy además un Cabriel crecido y turbio creaba un espectáculo del que las fotos dan solamente una pálida idea, y eso que un servidor lo ha visto mucho peor en un par de ocasiones, en crecidas brutales que en el lugar resultan espeluznantes, con agua bramando por todas partes. Lugar terrible de paso para las maderadas, escenario de leyendas de náyades lavando sus cabellos de espuma y, más prosaicamente, escala de una ruta turístic...


El Castil del Rey

Imagen
Cuenta la leyenda que, allá por los años de Érase una Vez, el último rey musulmán de estos contornos serranos fue derrotado por los invasores cristianos. Y cuenta también que antes de partir despojado y humillado ocultó un fabuloso tesoro que era la memoria de su pueblo en lo alto de su más inexpugnable fortaleza, un castillo que no era obra de la mano del hombre, sino que había sido levantado de la osamenta del mundo por los propios djinns . Y cuenta otra leyenda que el rey  moro había tenido amores en su juventud con la reina de los djinns , cuando en la noche de San Juan (en una noche de San Juan cada cien años, con Najwa al-Uzza sobre el nadir y entre los cuernos del Creciente) había atisbado a la dríade fuera de su palacio subterráneo de mil columnas, lavando sus cabellos en las raudas del Cabriel. Allí la llamó por su nombre, la besó y arrojó a la espuma la diadema maldita. Años después, cuando su amado partía al exilio para no volver, la Dama (a la que el rey ha...