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Mostrando las entradas etiquetadas como ermitas de Cuenca


Jaime Bort y el Santo Rostro de Honrubia

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Recuerdo que en cierta ocasión un profesor mío de historia del arte hizo un comentario que me llevó a reflexionar. En mitad de un debate acerca del arte provincial con alguno de sus alumnos, nos espetó que el arte barroco en general, y en la provincia de Cuenca en particular, se divide en dos: Barroco, y Barroquillo. Y es que en otros estilos en el ámbito local no se plantea esa dicotomía. En el Renacimiento conquense, por ejemplo, es notorio el alto nivel de calidad en la entrega de edificios, sean conventos, iglesias, puentes o palacios. Si una villa o lugar no puede sufragar una columnaria de cuatro fustes, pues la iglesia de una nave que se levante en su lugar será no obstante un edificio magnífico. Incluso en los no muy abundantes casos en los que el Renacimiento penetró en la Sierra de Cuenca, los edificios serranos de estilo renacentista (Cañamares, Poyatos, Cardenete, Henarejos…) nada tienen que envidiar en cuanto a proporciones, ejecución o material a sus vecinos al...


Altomira, en la región de las nubes.

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"...Es tan alto aquel sitio que muchas vezes ve las nuves debajo de sí, y tan conbatido de vientos furiosos que suelen arrancar peñascos, i tan cubierto de nieves el Invierno que puede competir con el Libano, i tan distante de poblado, que el mas cercano estava una legua".  Así describía fray Francisco de Santa María, cronista de la orden carmelita, la cumbre de la Sierra de Altomira, el año 1644. Hace unos días, con las últimas luces de una corta tarde decembrina, subí a lo alto de la Sierra de Altomira, mirador excepcional sobre las Alcarrias de Cuenca y Guadalajara. Pese a lo apartada que está, se llega allí relativamente deprisa, y la pista de tierra que arranca del Puerto está en buen estado. Altomira tiene alturas modestas comparada con cualquier dorsal de la Serranía de Cuenca. Las máximas cumbres, Altomira y Atalaya, suman respectivamente 1183 y 1172 metros. Pero es que la Sierra de Altomira eleva sus contrafuertes casi cuatrocientos metros por encima del ma...